viernes, 12 de noviembre de 2010

ORÍGENES Y SEMEJANZAS DEL ESPAÑOL, FRANCÉS E INGLÉS…



 
ORIGEN DEL INGLÉS

El inglés pertenece al grupo anglo-frisón, que a su vez está incluido en la rama occidental de las lenguas germánicas, una subfamilia de las lenguas indoeuropeas. Está relacionado con la lengua frisia, algo menos con el neerlandés y con ciertos dialectos del bajo alemán, y mantiene vinculación con el moderno alto alemán.
La conquista de la isla británica del siglo XI trajo la combinación de lenguas romances con las antiguas lenguas célticas y germánicas, así el inglés actual fue evolucionando partiendo del choque con diversos lenguajes. Este idioma se difundió en el mundo por medio de la colonización británica: Estados Unidos, Canadá, India, Australia, Nueva Zelanda, Hong Kong, Jamaica y otros países y regiones fueron colonizadas por ingleses. 
En la evolución del inglés se reconocen tres etapas fundamentales: el inglés antiguo, también conocido por anglosajón, fechado entre el año 449 y el 1066 o 1100; el inglés medio, que abarca el periodo de tiempo comprendido entre los años 1066 o 1100 hasta el 1500; y el moderno, con dos etapas, la clásica, desde el 1500 hasta el 1660, y la contemporánea, desde el 1660 hasta nuestros días. 
La lengua que se fue configurando como idioma nacional sufrió la influencia del latín en dos momentos distintos: el primero, por el contacto con el Imperio romano; el segundo, con la llegada y la evangelización de san Agustín, hasta el siglo XI. De esta época proceden las palabras relacionadas con la terminología religiosa, como altar, priest, psalm ('altar', 'sacerdote', 'salmo', respectivamente).
En el siglo XIV adquiere verdadero prestigio la lengua de los anglos, en cuyas ciudades surgen las universidades y se desarrolla una próspera vida económica y cortesana. Es la zona conocida por Midland, cuyo centro es Londres, su influencia se extiende al sur del Támesis en Kent y Surrey. Queda consagrado su uso en las obras de Geoffrey Chaucer, John Gower y John Lydgate, y por la labor tipográfica que en esta lengua realizó el impresor William Caxton. 

ORIGEN DEL FRANCÉS

El francés es una lengua románica que forma parte de la subfamilia itálica, la cual a su vez pertenece a la familia indoeuropea. 
El francés moderno pertenece al grupo de las llamadas lenguas "romance." Descendientes del latín, podría decirse que estas lenguas representan las sombras vivientes del antiguo imperio romano, reflejando las historias divergentes de regiones unificadas anteriormente bajo el gobierno romano. El origen del francés moderno (y de las demás lenguas romance) era una versión popular hablada del latín que se había extendido gracias a las legiones conquistadoras romanas - a saber, en el caso del francés, en la "Galia de los Alpes" por los ejércitos de Julio César durante el siglo precedente al nacimiento de Cristo.
El llamado idioma "francés" ganó una situación especial como resultado de su asociación con el poder militar feudal dominante -- a saber, la corte de Carlomagno y sus sucesores -- cuyo alcance territorial y eficaz control de la vida de Francia creció con el tiempo.
La fertilidad poética del provenzal medieval, mientras tanto, la cual ya había superado por mucho al francés en el llamado período de los "Trovadores," dio paso entonces a la producción literaria del idioma de la corte central y de las instituciones centrales de justicia y educativas -- el idioma de París y la región Ile de France que le rodea.

ORIGEN DEL ESPAÑOL

La historia del idioma español comienza con el latín vulgar del Imperio Romano, específicamente el latín hablado en la zona central del norte de Hispania. En el preciso momento de la caída del Imperio Romano ocurrida en el siglo V, las personas de aquella época fueron disminuyendo el uso del latín culto, y el latín que empezaron a hablar fue la mezcla de algunas lenguas romances hispánicas entre las que se encontraba el castellano antiguo, origen a su vez de las variedades que constituyen la lengua española.

En el siglo VIII la invasión musulmana de la Península Ibérica hace que se formen dos zonas bien diferenciadas. En Al Andalus se hablarán los dialectos romances englobados en el término mozárabe neoárabe, además de las lenguas de la minoría extranjera invasora árabe y bereber, mientras que en la zona en que se forman los reinos cristianos, desde pocos años después del inicio de la dominación musulmana, comenzó una evolución divergente en la que surgen las modalidades romances catalana, aragonesa, astur y gallego-portuguesa, además de la castellana que sería dominante entre la población de la península.

El dialecto castellano nació en el condado medieval de Castilla, lugar que contaba con una gran influencia vasca y de los germanos visigodos. Los textos más antiguos de los que se tiene conocimiento escritos en castellano son los "Cartularios de Valpuesta" y las "Glosas Emilianenses", que se conservan en San Millán de la Cogolla, localidad considerada centro medieval de cultura.

El castellano se extendió hacia el sur de la península a lo largo de la reconquista. En el siglo XV, mientras se daba el proceso de unificación española, el sevillano Antonio de Nebrija conocido como el padre de la gramática, hizo pública su "Gramática". Este texto es el primer libro de gramática de la lengua española.

FONETICA  INGLÉS

La transición del inglés medio al moderno viene marcada por una rigurosa evolución fonética en la pronunciación de las vocales, hecho que ocurrió entre los siglos XV y XVI. El lingüista danés Otto Jespersen lo ha denominado la gran mutación vocálica; consistió en alterar la articulación de las vocales en relación con las posiciones de los labios y la lengua, que por lo general se elevó en un grado. Este hecho supuso que, de las 20 vocales que tenía el inglés medio, cambiaran 18. La escritura permaneció inalterable a consecuencia de la aparición de la imprenta. Hasta entonces el inglés medio poseía una escritura más fonética; todas las consonantes se pronunciaban, mientras que hoy hay muchas consonantes mudas como la l de walking.

El cambio se inició en el siglo XV, cuando todas las vocales largas se pronunciaron con un grado mayor de elevación de la lengua y oclusión de la boca. Las vocales que no eran susceptibles de esa mutación se diptongaron, por eso el fonema /i/ puede ser algo así como ee en need o ea, como en meant; el fonema /u/ es oo como en food. La mutación, que continúa, es la causa de que las vocales en inglés se pronuncien de forma diferente a las demás lenguas europeas occidentales. En función de la pronunciación que reciben las palabras préstamos de otras lenguas, es posible fechar la época en que se introdujeron en la lengua. Por ejemplo, se sabe que el galicismo dame, ('señora') entró antes de la mutación porque la a se pronuncia /e:/. Al parecer, este hecho se debe al cruce de dos sistemas articulatorios, el de los franco-normandos y el de los anglosajones.

FONETICA FRANCÉS

La adaptación del habla del latín popular por la población nativa tendió a imponer, por ejemplo autoritativo, una pronunciación que retenía un marcado sabor germánico -- fundamentalmente en los sonidos de las vocales que aún pueden escucharse en el francés de hoy en día (la "u" y "eu" del francés moderno, por ejemplo, permanece muy cercana a la "ü" y "ö" del alemán moderno -- sonidos desconocidos a cualquier otro idioma moderno descendiente del latín).
Los sonidos en la cadena hablada se encadenan unos con otros de manera que los fonemas de una palabra aparecen enlazados con los de las palabras vecinas.

LA LIAISON:  Es un tipo de encadenamiento mediante el cual letras mudas en la posición que ocupan en la palabra, enlazadas con otras representan fonemas. En francés puede ser obligatoria o prohibida según los casos. Algunas consonantes en la liaison cambian su realización fonética

L' ELISION: Desaparición -elisión- de la última vocal de una palabra ante la primera vocal de la siguiente. "L'élision" se marca con un signo llamado apóstrofo. Ej. *le oncle > L'oncle; *si il vous plait > s' il vous plait

FONETICA ESPAÑOL

La estructura silábica más frecuente del español es CV (consonante más vocal), de forma que tiende hacia la sílaba abierta.
Caracteriza al español una tensión articulatoria alta, no tan relajada como en italiano, y estadísticamente una gran presencia de la vocal a. El acento es de intensidad y estadísticamente dominan las palabras llanas, o acentuadas en la penúltima sílaba, después las agudas y por último las esdrújulas. Gracias a la Real Academia Española, fundada en el siglo XVIII, la ortografía del español se ha ido simplificando buscando el patrón fonético, aunque esta tendencia se paralizó a mediados del siglo XIX pese a las propuestas en ese sentido del gramático Andrés Bello.
Algunas de las características distintivas de la fonología del español frente al latín incluyen la lenición (latín vita - español vida, latín lupus - español lobo), la diptongación en los casos fonéticamente breves de la E y la O (latín terra - español - tierra, latín novum - español nuevo), y la palatalización (latín annum - español año). Algunas de estas características están también presentes en otras lenguas romances.
En la escritura, la letra que más se repite en el idioma español es la «e», y la letra consonante más repetida es «r» (que puede representar al fonema /r/ a principio de palabra o cuando es doble, o bien al fonema /ɾ/ en el resto de posiciones).

LAS LENGUAS ROMANCES

Las lenguas romances derivaron de una protolengua: el latín, lengua indoeuropea del grupo itálico que comenzó a hablarse en el Lacio, región del centro de Italia. El denominado “latín vulgar” fue el que sentó las bases para crear una gran familia lingüística, pues era el hablado en el Imperio Romano. Se difundió, pues, conforme las legiones romanas conquistaban nuevos territorios. Así impusieron esta lengua para llevar a cabo principalmente las funciones administrativas. El “latín vulgar” logró mantener cierta uniformidad, pero con el paso del tiempo dicha rama fue variando de región a región. Al sobrevenir el fin del dominio romano, el latín se transformó hasta dar origen a las lenguas romances.
El “latín vulgar” era diferente del “latín culto”: el segundo se utilizaba principalmente para escribir. De hecho, es la lengua con la que se hicieron aquellos textos que hoy en día conocemos como “clásicos”. Además, era hablado sólo por los miembros de los estratos sociales más altos; en cuanto a su forma y estructura, era rígida y cerrada al cambio. Por su parte, el “ latín vulgar” o “discurso plebeyo” tuvo, por decirlo de algún modo, un proceso de desarrollo más libre. Era la lengua del pueblo, de los comerciantes y de los soldados.
La ramificación del “latín vulgar” en las diferentes lenguas romances se dio en un proceso continuo, en el que no se han podido trazar líneas divisorias precisas. Entre las lenguas romances podemos mencionar el italiano, el portugués, el francés, el rumano, el sardo y el español. El italiano es el sistema que ha sido más fiel al latín; mientras que los otros, por su lugar de origen y situación geográfica, a través del tiempo han recibido influencia de familias lingüísticas como la germana, eslava, árabe y, en el caso de América, de diversas lenguas indígenas. Lingüísticamente, al escuchar cómo se expresan hablantes de diversas lenguas romances, resulta obvio —a pesar de las diferencias— que provienen de la misma protolengua.
Debido a que estas lenguas cuentan con un origen común, en la actualidad, persisten ciertas similitudes que facilitan la comprensión y aprendizaje entre quienes las hablan. Por ejemplo, para una persona que habla español, sin haber estudiado portugués, tiene cierto grado de comprensión de este idioma, y viceversa. Sucede lo mismo con las demás, pero en menor medida. 

SEMEJANZAS

Las lenguas romances son conectadas principalmente por los aspectos gramaticales y no tanto por el habla. Se reconocen las más comunes semejanzas entre las lenguas por el léxico y la etimología . Entre las lenguas romances es fácil identificar estas conexiones en la lengua escrita por estas razones. Como resultado de los puntos de contacto históricos entre Francia y España, el francés ha tenido mucha influencia en el español. El prestigio de la lengua francesa siempre ha estado presente durante los periodos en España porque la influencia del francés viene de la nobleza. Los cambios de la monarquía y del gobierno son las causas del prestigio de la lengua, lo que no existiría en el español si la viniera de inmigrantes franceses que habría hablado en un francés vulgar que habría faltado un gran impacto.

Se puede ver las semejanzas léxicas entre el francés y el español en la selección de palabras abajo. Las palabras no son exactamente las mismas, pero son bastantes obvias que se puede adivinar.
Español
Francés

Nosotros
Nous

Lunes
Lundi

Martes
Mardi

Miércoles
Mercredi

Jueves
Jeudi

Viernes
Vendredi

Canción
Chanson

Más (arcaicamente también plus)
Plus

Mano derecha
Main droit

Pensar
Penser

Conocer
Connaître

Saber
Savoir


Este impacto ha dejado una huella en la lengua española, la cual es especialmente evidente en el léxico porque es el aspecto lingüístico más fácil cambiar y influenciar. A consecuencia del prestigio que lleva el francés, los hispanohablantes quieren imitarlo y utilizar las palabras y frases franceses. Las semejanzas léxicas son tan reconocibles que un hispanohablante que no ha estudiado francés puede entender casi un 45% del francés. De hecho, el español y el francés comparten léxicamente un 75% de semejanza que explica porque los hispanohablantes son capaces comprender un porcentaje impresionante del francés sin estudios previos. Además, es obvio de este hecho que el léxico permite una comprensión mejor de la lectura que la comunicación oral.

Las dificultades en la comunicación oral entre un hispanohablante y un hablante de francés resultan en un fenómeno lingüístico nuevo: el frespañol/frañol/fragnol. Este concepto ya existe en una forma creada por las mismas razones del frespañol: el spanglish . El frespañol desarrolla cuando un hispanohablante y un hablante francés les faltan palabras y entonces substituye palabras de sus propias lenguas para llenar la conversación; también este proceso es el cambio de código. En efecto, las dos lenguas se mezclan y más palabras francesas añaden al léxico español.

Por otra parte, el aprendizaje del idioma español por parte de una persona francófona presenta varias dificultades en las dimensiones indicadas y en relación directa con los diferentes niveles de aprendizaje: inicial, intermedio, avanzado y superior, según el esquema clásico de diferenciación de niveles, podemos clasificar estas dificultades en dos categorías. Unas, que se arreglan en el paso de un nivel a otro y aquellas que se fosilizan, haciéndose "casi insuperables".
Dicho esto, podemos indicar como ejemplos ms significativos en el plano fonológico, la diferencia entre el sistema vocálico francés y el español. En primer lugar por el amplio espectro que presenta el primero frente al segundo, con al menos 16 fonemas vocálicos, y en el que hay que destacar la existencia de la nasalización propia del sistema francés, en el que aparecen cuatro vocales nasales (entre ellas //, //, etc.). En efecto, y sobre todo en los niveles iniciales de aprendizaje del español, el estudiante francófono tiende a mantener la nasalización por influencia de la grafía: 

- Andrs: / dres /
- Baln: / bal /
- Semprn (Jorge): / spre /

Este comportamiento fonético se puede combinar, a su vez, con otras características del sistema propio de la segunda lengua, como, por ejemplo, convertir ciertos fonemas consonánticos españoles particularmente difíciles para un francófono, en los ms cercanos dentro de la escala del francés:

- Leccin: / lksj /
- Llano: / ljano /
- Julio: /yljo /
- Perro: / pero /
- Casa: / kaza /

- Guadalajara: ejemplo en el que la gutural y la vibrante llegan a neutralizarse y confundirse entre s.
Las realizaciones fonéticas concretas que las personas francófonas hacen del sistema fonológico español, aparecen como un rasgo distintivo fácilmente reconocible en este tipo de personas. Podemos por lo tanto decir que son una manifestación específica de su propia identidad en un sistema lingüístico extranjero: el español. Manifestación que, como ya hemos apuntado, podría ir superándose o bien enquistándose.
Por otra parte, en cuanto al idioma inglés sabemos que si hablamos de algo podemos decir más sobre la cosa de referencia, o sea, no nos cuesta emplear sustantivos y adjetivos. En la misma forma que acostumbramos (aparte del detalle de su posición del adjetivo delante o después del nombre).
Los verbos tienen los mismos tiempos. La palabra "we" quiere decir "nosotros" en castellano. En el inglés, como en el español, no hay múltiples formas de decir "nosotros" como hay en otros idiomas, como por ejemplo en quechua. 

En Quechua "noqanchej" quiere decir "nosotros" incluyendo a la persona con quien se está hablando. Pero en este idioma andino hay otra forma de decir "nosotros", cuando no se incluye la persona con quien se habla, por ejemplo se pregunta, "¿Cómo celebran la navidad en Suecia? Se contesta: Nosotros los Bolivianos celebramos de tal forma..." En este caso en quechua, no se usa "noqanchej" sino "noqayku". La ventaja que tiene el hispano que aprende el inglés es que no existen diferencias tan marcadas entre los dos idiomas.
Y no es sólo el verbo que suena a cara conocida. Es igual con los otros aspectos de la gramática. Hay equivalentes a las palabras "este" y "ese". Y hay palabras, los adverbios, que nos dicen cómo hacemos las cosas. Los dos idiomas usan preposiciones antes un sustantivo para decir que algo está "en la casa" o "in the house", "detrás de la casa" o "behind the house" etc.
Las semejanzas entre los dos idiomas no se limitan a la gramática. Hay muchísimas palabras en los dos idiomas que salen de la misma fuente, el idioma latín. Casi todos los nombres en inglés que terminan en "tion" y "ty" salen del latín. Las palabras con estos sufijos se identifican muy fácilmente por el hispano. Por ejemplo: "nation", "dedication", "liberty", "ability". Los adjetivos que terminan en "ous" como por ejemplo, "rigorous", "famous", etc. no representan ninguna dificultad. Y hay verbos en inglés que terminan en "ate" (regulate, operate, moderate, etc.) que son los mismos que sus semejantes en el castellano.
Pero, aquí hay trampas... No todas las palabras son las mismas. No es posible dar una lista. Hay que ir aprendiendo poco a poco para evitar los errores que comete "La Cuatro" cuando ella destroza el Inglés con sus inventos como "medicination", "perfectamently", etc.
Fuera una gran cosa si se podría entender todas las palabras del inglés como se entienden las palabras "confirmation" y "liberty". La dificultad está en que no todas las palabras del inglés vienen del latín. Inglés es un idioma germánico. En sus orígenes era uno entre muchos idiomas que llegaron a ser los idiomas alemán, holandés, y los idiomas escandinavos.
Es interesante darse cuenta que en el inglés hay palabras de las dos fuentes (español y francés) para casi todo: una palabra sajona y una palabra latina. Considérense estos pares de palabras: begin/commence; heavenly/celestial; manly/masculine; swine/pork; house/domicile... y miles más.
El inglés también ha recibido muchas palabras del castellano. La mayoría de los préstamos son palabras de los "cowboys". Muchas palabras entraron al Inglés durante el tiempo que los vaqueros mexicanos enseñaron la ganadería a los recién llegados a sus tierras hasta la hora cuando estos últimos se quedaron no sólo con las palabras sino con las tierras también. Es bastante fácil ver de cuales palabras castellanas vienen las siguientes palabras inglesas: lasso, lariat, vamoose, bronco, chaps, stampede, calaboose. ¿Reconocieron el lazo, la reata, vamos, bronco, chapas, estampida, calabozo? 

SEMEJANZA LÉXICA

En lingüística, semejanza léxica es una medida del grado a el cual los sistemas de la palabra de dos dados idiomas sean similares. Una semejanza léxica de 1 (o 100%) significaría un traslapo total entre los vocabularios, mientras que los medios 0 allí no son ninguna palabra del campo común.
Hay diversas maneras de definir la semejanza léxica y los resultados varían por consiguiente. Por ejemplo, Ethnologueel 'método de s de cálculo consiste en comparar un sistema estandarizado de listas de palabras y la cuenta de esas formas que demuestren semejanza en forma y el significado. Usando tal método, inglés fue evaluado para tener una semejanza léxica del 60% con Alemán y el 27% con Francés.
La semejanza léxica se puede utilizar para evaluar el grado de relación genética entre dos idiomas. Los porcentajes más arriba el de 85% indican generalmente que los dos idiomas que son comparadas son probables ser relacionadas “dialectos".
La semejanza léxica es solamente una indicación del inteligibilidad mutua de las dos idiomas, puesto que el último también depende del grado de semejanza fonética, morfológica, y sintáctica. Vale el observar de que las variaciones debido a las listas de palabras que diferencian pesan en éste por ejemplo, semejanza léxica entre francés y el inglés es considerable en campos léxicos referente cultura, al etc., mientras que su semejanza es más pequeña por lo que las palabras básicas (de la función). Desemejante de inteligibilidad mutua, la semejanza léxica puede solamente ser simétrica.

"Me parece que el traducir de una lengua en otra, como no sea de las reinas de las lenguas, griega y latina, es como quien mira los tapices flamencos por el revés; que aunque se veen las figuras, son llenas de hilos que las escurecen, y no se veen con la lisura y tez de la haz; y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio, ni elocución, como no le arguye el que traslada, ni el que copia un papel de otro papel".1

1 Cervantes, M. de, cit. en Terracini, B. "Il problema della traduzione", Serra e Riva, 1983, pág. 9.

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